Breve como
la antítesis (del título de esta
entrada).
Breve como una valla publicitaria (cuando la Francisco Fajardo esta
despejada).
Breve como el eco de una sirena (cuando al que trasladan en la ambulancia
es desconocido).
Breve como mis buenas intenciones (cuando te tengo lejos).
Breve como un viaje abortado (porque te negaron la visa).
Breve como el latido del no nacido (eco, eco, eco…).
Breve como el significado de una palabra rara (sucinta).
Breve como el eco del grito del niño cuando caía por la alcantarilla (César
Augusto).
Breve como el suspiro a diario (de la madre por su hijo en el exilio).
Breve como el ronco grito de la autoridad (mal ejercida).
Breve como el manoseo (de quien no quiere ser tocada).
Breve como una lágrima (manoteada).
Breve como un pinchazo (largo el remordimiento).
Breve como un mamón (see image).
Breve como un picón (de la mujer que sabe lo que hace).
Breve como la vista (de quien mira la pantalla del celular de quien va
sentada a su lado).
Breve como mi autoestima (cuando el oficial de migración me manda al
cuarto frío).
Breve como un trozo de pizza (en manos del niño que lleva semanas sin
comerla).
Breve como mi infancia (cuando la recuerdo ahora que tengo 40’s).
Breve como el paso del camión de la basura (cuando no has sacado las bolsas todavía).
Breve como un libro bien escrito (larga la noche).
Breve como el talento (antítesis).
Breve como mi fe (ante la muerte).
Breve como la valentía (del fusilado antes de que el verdugo jale del gatillo).
Breve como el último aliento (de quien pidió al cristo de la grita llama
ardiente, con hipocresía).
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