sábado, 27 de agosto de 2016

Soy



Da lo mismo donde nací, porque si yo no estoy otro estaría allí. Hay uno como yo en todos lados.

No soy la piedra que te va a hacer tropezar, no soy el fin de semana que te va a echar a perder, no soy la cerveza que te va a caer mal; no soy yo: es la circunstancia.

No soy el reflejo que te va a hacer cambiar de rumbo, ni el espejismo que te va a encandilar. No soy la oveja negra que te hará avergonzar ni el hijo prodigo que cuando menos lo esperas va a regresar.

No pretendo ser una de esas mansas palomas que con solo sacudir el brazo se va a espantar. Me es más fácil decirte lo que no soy, porque lo que soy depende de cómo tú y yo nos vamos a tratar.

He sido el tío que se hace pasar por padre, el hijo que se hacer pasar por abuelo, el nieto que se hace pasar por hijo. El mismo que se pierde y ni el mismo sabe cuándo va a regresar. El cometa es más predecible que yo, entonces no creas conocerme porque hace tiempo no soy quien dicen que soy: soy la piedra que te va a espabilar, la taza de café que te va a aliviar, el amigo que cuando más lo esperas te va a defraudar.