jueves, 11 de abril de 2019

Stop


El que inventó lo prohibido 🚫 creó la imaginación o dicho de otra manera: la censura es caldo de cultivo para la imaginación. El rebelde tiende a ponerse creativos ante el acoso artístico.

Y yo me imagino que dentro del círculo de la imagen no está una cámara sino un tipo bigotón, grotesco, despreciable, pasado de maduro: podrido.

Y lo podrido huele mal, cae mal, hace daño: incómodo a la vista, indisimulable.

Me dice el corrector que la palabra indisimulable no existe, que algo está mal, que la corrija. Me niego, la repito, no disimulo lo que quiero transmitir.

Nos hemos prohibido compartir nuestra abundancia porque allá hay escasez. Prohibido leer porque allá no hay luz. Prohibido correr porque allá no hay agua. Prohibido sentirse bien porque algo está roto.

Y lo roto se ha desparramado.

Y todo es un caos porque lo despamarrado anda robando maridos en perú, robando trabajos en chile, robando egos en argentina, robando selfies en miami y robándose el show en madrid.

Observa la imagen por tres segundos y si no ves dentro del círculo el bigote, el grotesco mordisco a una grasienta empanada, la mueca diabólica; entonces no mereces la salvación todavía. ¡La mea culpa aún puede esperar!