Mi álter ego,
mi encuentro conmigo mismo,
mi refugio en la web,
mi paz frente al abismo.
Claro como el agua,
cambiante como el viento,
de correr y leer algo queda,
pensar es un alivio al sufrimiento.
La Soledad tiene sus encantos,
el precio es lo que lamento,
a veces un poco alto,
otras veces un aturdimiento.
Quisiera escribir sin roces,
poner las palabras como las pienso;
sentir que bailo sin música,
sin vergüenza, ni tropiezo.
No todos leemos lo mismo,
aunque lo escrito sea un testamento,
Cada quien interpreta a su manera,
yo lo hago según me siento.
Un poema y una flor,
no hay nada más cursi que eso,
me ganó mi lado débil,
malaya la fuerza del verso.
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